lunes, 9 de junio de 2008

Desde el viernes que ando con mala suerte para los colectivos y como no podía ser de otro modo, hoy que llovía estuve esperandolo en la calle por cerca de quince minutos. Cuando por fin se dignó a aparecer venía bastante lleno, y para colmo era uno de esos con lugar para discapacitados que son insoportáblemente incómodos.
Me subo, saco boleto y me quedo parada en el tercer asiento, en eso giro la cabeza hacia la izquierda y lo veo, tez blanca, pelo castaño claro y unos ojos grises increíbles. Mirada va, mirada viene se pasa el rato y finalmente me puedo sentar, lo que no fue del todo benedicioso porque el tipo que estaba sentado adelante mio me tapaba a mi chico, asique me dediqué a mirar por la ventanilla hasta que en el reflejo me lo encuentro mirándome.
La cosa siguió asi hasta que llegó el momento de bajarme y, junto con medio colectivo, también se levanta para bajarse él. Nos quedamos uno a lado del otro y capto que me mira, esta vez bien de cerca. No me pregunten por qué tengo esta tendencia a hacerme la boluda cuando algo de verdad me importa, solo sé que lo hago siempre, asi que al final como no le devolví la mirada mientras estábamos esperando para bajarnos, él se fue para un lado y yo para el otro.

... without darkness
Nothing comes to birth,
As without light
Nothing flowers.
(May Sarton)

No hay comentarios: